Es que tenemos sms y mms,
aunque no lo sepa usar.
También están los iMessages,
y las redes gratuitas que
con generosidad te pedirán 0.99€
cuando ya no puedas decir no.
Pero hasta puedes llamar
si el chat, el mensaje vocal,
la foto y el video no te llegan a bastar.
Convertidos en círculos verdes,
gozados de disponibilidad,
o rojos si es que tanto tenemos por hacer
y entendemos que la ausencia
es de un pálido naranjo desflorado.
Anunciamos nuestro estado,
vivimos en semáforos,
en la intermitencia
que nos acelera la sangre
o nos empoza la vida
en cada apagón.
Aún no nace la plataforma
que te pueda abrazar.
Pasivos nos colorean
amistades, amores y de más.
Tenemos sms, mms, gtalk,
videollamadas, portables, mails,
ip`s y hasta geolocalización,
pero seguimos preguntando
quienes somos y dónde estamos.
A veces hacemos que no.
pasamos de largo,
no contestamos y
jugamos a la libertad.
Podríamos ser ingenieros,
arquitectos, poetas,
filósofos, viajeros o mercenarios,
pero no, somos semáforos,
eso quisimos ser.
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