Después de una de esas tantas borracheras de las que te empañan la vista y te dejan tambaleando y sudada el día entero, te levantas y apenas puedes moverte tienes cita obligada en la cocina, justito en medio del frigo te espera esa botellita mineral. Casi que preparada para la ocasión. Y si es helada, mejor. Como sos uruguaya te toca preparar un mate y mientras hincha – ver nota explicativa para extranjeros y de más extraterrestres – decides que mejor una ducha y te bañas. Y con toda esa fuerza acumulada, bajas la escalera y sigues camino directo a la piscina. Y como si esto no hubiera pasado siempre, como si necesitaras tropezar mil ejemplos empedrados para obtener una ínfima pero no por eso menos valedera certeza, de buenas a primera lo sabes, ¡el agua cura! ¡Salud!
*Hinchar el mate: dícese del acto de vertir agua sobre la yerba mate de manera gradual tanto en cantidad como en temperatura, yendo evolutivamente de fría a caliente hasta que esta crece y se compacta.
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