POR DIARIO EL PUEBLO / SÁBADO, 20 FEBRERO 2021
Una vida intensa y fascinante
Valentina Viettro es escritora periodista y gestora cultural, nacida en Montevideo e hija de padres salteños, que desde hace ya varios años reside en Francia, en la ciudad de Marsella.
“Viví algunos años en Salto…tengo una parte de mis raíces allí.
Con respecto a la añoranza de su tierra natal, revela: “Siempre se extraña, pero yo no soy nostálgica. Es algo distinto lo que te pasa cuando emigrás…es como que en cierto momento no sos de ninguna parte.
Como si ya no tuvieras adonde volver, emigrar es volverse una persona dividida” – nos comparte.
Valentina Vietro ha hecho una carrera muy prolífica dentro del ámbito literario y periodísitco. En esta nueva entrevista para EL PUEBLO nos cuenta de sus actividades en la actualidad, de sus libros y su vida en plena pandemia.
Cabe destacar que hizo parte de la revista Fango. Integró la revista Incorrecta de La Diaria y trabajó como corresponsal del Semanario Brecha. Publicó en 2011 “Camino a la mentira” de ediciones Binah de Salto, Uruguay. Una obra de poesía y fotos.
En 2017 integró la antología “Balnearios”y en 2018 publicó Sexualidades Monstruas, un compilado de cuentos eróticos ilustrados por Fermín Hontou “Ombú”, ambos junto a la editorial Estuario.
En 2019 integró las antologías: “El Incomodario” de Uebos Editores de Bogotá, Colombia., “DesAmor” de la editorial Estuario de Montevideo y “Espisodios Musicales” de Wolkowicz Editores de Buenos Aires.
Actualmente integra el colectivo performático Ornic’Art en la ciudad donde está instalada.
“Escucho música uruguaya, leo autores uruguayos, hablo con mi familia y mis amigas a diario, tomo mate. Pero no idealizo mi vida en Uruguay, porque yo me fui eligiendo. Me fui porque consideraba que la vida era muy corta para vivirla en un solo lugar” – confiesa.

-¿Qué hecho la motivó a instalarse en Francia?
“Siempre quise viajar…. me vine a vivir a Francia en el 2015. Nací en Montevideo… viví un tiempo en Florida, luego retorné a Montevideo y en mi época de adolescente nos fuimos a vivir a Salto.
Siempre iba a visitar la ciudad porque mi familia es de allí pero nunca había vivido. Desde que era muy chica me armaba planes, decía que me iba a ir a vivir a Grecia, a Brasil, a Argentina y ni bien pude hacerlo comencé a viajar.
Me fui dos meses a Europa. Finalmente me quedé a vivir en París y luego me fui a Marsella que es donde vivo actualmente”.
¿Cómo es la vida en Marsella?
-”No es tan lejana a la que se vive en Montevideo… tiene esa impresionante rambla que da al Mediterráneo… es una ciudad muy popular, con un clima excelente pues aunque haga frío siempre está soleado… le falta un poco de verde, no obstante tiene un impresionante parque de acantilados.
Es un lugar bastante barato que permite establecer una red internacional a la que acceden artistas de diversas áreas.
Podemos desplazarnos fácilmente y hay islas muy bonitas.. podemos navegar en barco en verano… muchas posibilidades para llevar una vida agradable y llevadera.
Por el contrario, vivir en París resulta muy caro y existe demasiada polución y el nivel de stress es muy marcado.
Particularmente cada vez me estoy alejando más y más de la ciudad. Ya me fui a vivir al campo y con el tema del Covid siento que debo buscar lugares más lejanos del núcleo urbano”.
¿Qué la motiva a escribir?
“Lo he hecho desde muy pequeña… muchas veces escondida escribía poesías… siempre tuve esa imagen fantasiosa típica del escritor. Mis cuentos han sido publicados en varios países.
Viviendo en Francia empecé a vender algunos reportajes a Brecha mientras continuaban publicando mis cuentos en La Diaria. Fue en ese momento que surgió la idea de escribir un libro de cuentos eróticos al que denominé Sexualidades Monstruas. Fue un libro que me dio muchas satisfacciones, que le llevó a conectarme con otras editoriales.
En 2019 fueron publicados otros cuentos en Colombia y Argentina.
Escribir para mí es una necesidad.
Hay un libro que está aún sin publicar que es una distopía del confinamiento y sobre la etapa Covid.
He desempeñado muchas actividades hasta que me volqué para las comunicaciones y la gestión cultural.
Cuando llegué a Francia trabajé como niñera, cocinera… limpié un barquito…en turismo, alquiler de casas y como free lance en Comunicación.
Publiqué solo un cuento en Bélgica.
Estuve de amores con una editorial que está muy detenida por el tema de la pandemia…así que por ahora, no he sacado nada
-¿La pandemia ha conmocionado su estado emocional?
-”No me preocupa la enfermedad. Me pregunto dónde está llegando el mundo en el que vivimos. Un sitio de muchísimo más control, distancia, frialdad.
Un momento de fuerte crisis económica, de disparidades cada vez más fuertes, un capitalismo muy salvaje donde el otro importa nada. Eso me preocupa. Creo que esta crisis es un antes y un después, como ya pasó muchas veces en la historia y que el mundo que conocíamos, (que ya andaba mal), no va a volver a ser el mismo.
Me preocupa la falta de esperanza, de futuro es lo más duro que nos está pasando.
La tristeza que vive la gente es muy preocupante”.
-¿Dónde imagina su vida en los años postreros?
-”En un sitio en el campo donde pueda tener una vida medianamente independiente, enlentecida, más sana y solidaria”.
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