Esa que soy yo, sin serlo, dejando de ser, estoy. Te veo ahí, sentada, cruzada, afuera de mi, de lo que creo, de lo que me dijeron, de lo que se esperaba, de lo que resulté. Esa no soy yo, soy la imagen de las 21:49, es el calor de un julio donde antes había invierno. Son esas ganas de no abandonar mi cuarto, ese viernes de reflexión, ese rojo que te sostiene, sos vos, eterna, espejada, extranjera, retratada, ajena, repleta de signos e invenciones.
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